El pasado viernes 9 de agosto la reconocida banda de Melodic Metalcore/Progressive ofreció un concierto que no queda para el olvido en La Batuta (Chile) porque vaya, ¡eso sí que fue un gran toque!
El anuncio del primer tour sudamericano de All That Remains vino
acompañado de un reclamo ya reiterativo por los fanáticos del metal
moderno y derivados: el excesivo desfase de estas presentaciones,
considerando que ya estamos a casi una década del auge de ese boom tan
antojadizo llamado metalcore. Ahora, siendo justos, lo de All That
Remains en términos de escuela viene de mucho antes. Por recorrido, Oli
Herbert (guitarrista) y Phil Labonte (cantante) han estado vinculados a
la escena metalera de Massachusetts desde la segunda mitad de los
noventas, al igual que Killswitch Engage (personalmente mi banda favorita) y varios otros.
Y es ese background el que hace de All That Remains un grupo de
excepción dentro de sus pares. El tema de la asistencia a shows de este
tipo ya no resiste mayor análisis, sí tenemos que destacar el
“afortunado” (para nosotros) cambio de locación. Lo de Batuta fue
especial. Especial para el público y una banda muy cómoda, satisfacción
retribuida en un set intervenido al final del show.
Obviando el detalle del uso y abuso de las pistas para la mantener a
flote la parte vocal, el grupo lo dejó todo. Una presentación redonda de
casi 20 canciones, set en un principio bien canalizado en sus últimas
producciones (en especial “Overcome”), todas cargadas al metal
tradicional. ‘Some Of The People, All Of The Time’, ‘Standup’ y ‘Won´t
Go Quietly’ reforzaron esa línea mucho más metida en la dinámica de los
solos y armonías.
Todos se veían entusiastas. Labonte aprovechaba la infraestructura de
la Batuta para, literalmente, pasearse por la parte de la barra, el
mismo público más abajo y subirse a donde pudiese para ver desde
distintos ángulos el entorno; Jeanne Sagan (bajista) no paraba de
sonreír y demostró ser un tremendo apoyo también en voces. Todo era
euforia y el desfile de canciones subía el ambiente con todo: ‘Six’
(brutal versión) y ‘The Air That I ‘Breathe’ recordaban el favoritismo
hacia “The Fall Of Ideas” (2006).
Siguiendo con el libreto más esperable, ‘For We Are Many’, ‘Forever In
Your Hands’ y ‘Hold On’, retomaron el ciclo actual del grupo: tempos muy
propios del metal clásico, aunque también pudimos presenciar algunos
destellos más brutales como los firmados en ‘Dead Wrong’; ya al final,
el premio gordo: la banda, muy contenta con el feedback de la gente,
agregó 4 temas más al bis, abarcando hasta clásicos como ‘Tattered on My
Sleeve’ o ‘This Darkened Heart’ tema que titula su mítico segundo álbum
y ellos mismos reconocían no ensayar hace su buen rato.
All That Remains dejó en claro que lo suyo es oficio y garra. Poco
importó la evidente dependencia de las pistas para, por ejemplo, las
partes melódicas - en ‘Not Alone’ las falencias fueron notorias-.
Labonte y compañía suplieron esas limitantes con una entrega a toda
prueba, y créanlo, esa actitud no es tan recurrente en esta nueva camada
de grupos, aún pegados en el metal de denominación escandinava y
sampleos. Para no olvidar, como mencioné al inicio de la entrada.
Si tienen curiosidad o desean escuchar las canciones que ATR interpretó en el concierto, pueden hacerlo Online desde aquí:
All That Remains Setlist at La Batuta, Santiago, Chile
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